El Alma de París
Horneada en Madrid
Sabor Que Cruza Generaciones
En los años 30, cuando París despertaba con el aroma de pan recién horneado, una pequeña panadería en Champigny-sur-Marne se convirtió en el refugio de su comunidad.
Allí, Monsieur Crête, un autodidacta con manos generosas y un
espíritu resiliente, transformaba harina y mantequilla en mucho más que croissants: horneaba historias , creaba recuerdos. En una época de desafíos, su horno no solo ofrecía alimento, sino también esperanza. Cada croissant dorado que salía de su horno llevaba consigo algo más que sabor: era un símbolo de amor, un testimonio de dedicación.
En su pequeño taller, Monsieur Crête no solo alimentaba a su ciudad, sino que transmitía un mensaje más profundo: incluso en los momentos más duros, el calor de la panadería podía unir corazones.
Hoy, en pleno Madrid, CRETE honra ese legado y lo reinventa. En el corazón del Barrio de Salamanca, un lugar donde la historia y la modernidad coexisten, CRETE trae consigo la magia de la repostería francesa con un toque fresco y contemporáneo. Inspirado por las técnicas clásicas de su fundador y enriquecido por matices modernos —incluso con guiños a los sabores americanos
más delicados—, CRETE es un espacio donde las tradiciones cruzan fronteras y el pasado se encuentra con el presente.
Aquí, cada croissant, cada pastel y cada taza de café cuentan una historia. CRETE no es solo una pastelería: es un homenaje a generaciones de artesanos y un puente entre la calidez de la tradición y el ritmo vibrante de Madrid. Porque aunque las ciudades cambien y los tiempos avancen , el arte de compartir algo
hecho con amor es universal.


Ven A Ser Parte De Nuestra Familia
Aquí, el amor de nuestra familia se siente en cada detalle. No solo horneamos productos ; creamos momentos que conectan con tus recuerdos más queridos. Cada Croissant, cada taza de café, está hecho con dedicación y amor, siguiendo el legado que nos dejaron nuestros abuelos.
Porque para nosotros, no hay mayor satisfacción que ofrecerte lo mejor, con el sabor de siempre, pero renovado por el cariño y el cuidado que ponemos en todo lo que hacemos.